La innovación es fundamental en las empresas para sobrevivir, es decir, la innovación no es más que la adaptación al cambio. Sin embargo, las innovaciones solo se consideran como tales cuando realmente son aceptadas por el mercado a través de estrategias de marketing y comunicación.
El entorno actual cambia muy rápido, especialmente en nuestra “era de la información” con la aparición de Internet, la globalización y la irrupción de las nuevas tecnologías. Además, las nuevas tendencias en las economías avanzadas muestran mayor dependencia de los conocimientos, la información y las capacidades de alto nivel, es decir, del talento. Y en esta ocasión no hablaremos del I+D+i.
Innovar es la capacidad de transformar productos, procesos, tecnologías y servicios.
La innovación va muy ligada a la creatividad, el economista Schumpeter (1934) denominó destrucción creativa al proceso dinámico en el que las nuevas tecnologías sustituyen a las antiguas, llegando incluso a alcanzar cambios disruptivos.
Así lo determina el profesor Clayton Christensen (1997) de Harvard, quién define la innovación disruptiva como la imposibilidad de las organizaciones en adoptar nuevos modelos de negocio o tecnologías que se adapten a las necesidades futuras de los clientes. Una innovación disruptiva crea un nuevo mercado (Océano Azul) mediante valor añadido y diferencial, además permite un acceso a un producto que la mayoría de los clientes no uso con anterioridad. Al fin y al cabo, se trata de una innovación destinada a nichos de clientes cuyas necesidades no están siendo atendidas.
Uno de los mayores riesgos de las innovaciones es abarcar más de lo que se puede asumir. Además, existen diferentes factores que pueden obstaculizar o dificultar la innovación en una compañía como son el alto coste, la falta de demanda, la falta de personal cualificado y la política, cuestiones legales o fiscales.
En el siglo XX, la guerra ha sido considerada el principal motor de la innovación
Existen empresas donde la cultura de innovación es manifiesta, y principalmente parte de sus empleados, aunque también es frecuente apoyarse en consultores externos cuando se necesitan conocimientos que no están disponibles en la empresa.
Para determinar el estado de un producto, existen herramientas que te permiten analizar lo que vendes y su comportamiento con el mercado (ventas), de forma que puedes aplicar ideas y técnicas que te lleven a ganar más y a saber cuándo te debes retirar o lanzar otro producto sustituto.
Ciclo de vida de un producto (PLC) y planificación estratégica (BCG)
- 💡Desarrollo, investigación o innovación: Crear producto.
- 👶 Introducción o lanzamiento (Niño o incógnita): Un nuevo producto se lanza por primera vez y el objetivo es posicionarlo. No generan grandes fondos, pero requieren grandes inversiones para seguir con su rápido crecimiento.
- ⭐ Crecimiento (Estrella): El producto ya ha sido aceptado por el consumidor y busca incrementar cuota de mercado. Son productos en mercados de gran crecimiento y que no generan ni requieren grandes fondos.
- 🐄 Madurez (Vaca): Estos productos generan gran cantidad de dinero, son productos que dominan un mercado de poco crecimiento.
- 🐕 Declive (Perro): Se produce una disminución de las ventas del producto, no genera ni requiere grandes cantidades de dinero, por lo que hay que buscar una mejorar el producto a través de la innovación del mismo. Se tiende a la diversificación o a recurrir a un producto sustitutivo.
Theodore Levitt (1965) determinó este ciclo de vida de un producto (PLC), un ciclo a través del cual cada producto tiene su introducción en el mercado hasta la retirada o la eventual desaparición.