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Frutas y verduras imperfectas: ¿llegó ya la hora de no mirar hacia otro lado?

Conocer la importancia de evitar el desperdicio y el por qué puede ser una gran apuesta para tu negocio.

Las deformidades y peculiaridades en la apariencia de las hortalizas suelen crear rechazo. Todos comemos por los ojos y en este hecho se ha basado la industria agroalimentaria durante los últimos años para rechazar productos simplemente por no cumplir con los estrictos estándares visuales.

Así, cada vez que desperdiciamos una fruta u hortaliza por razones estéticas, se pierden los recursos utilizados para su producción: las semillas, la tierra, el agua, la energía, etc.

Pero, ¿es realmente un problema global?

Bueno, importante pregunta. No sólo este es un problema global, sino que podríamos llamarlo como “el problema global”. Y es que, si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero. Según el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura publicado en 2019, anualmente se pierden o desperdician 1/3 del total de alimentos producidos.

Esta pérdida y gran desperdicio de alimentos generan anualmente emisiones equivalentes (87%) a las causadas por el transporte en carretera a nivel mundial.

Concretamente, en la Unión Europea se estima que un 20% del total de alimentos producidos se desecha o se desperdicia (FUSIONS, 2016), mientras que 55 millones de personas no pueden pagar el precio de una comida de calidad cada dos días.

Los productos hortofrutícolas imperfectos y sus propiedades

Los consumidores hemos estado condicionados durante mucho tiempo al relacionar lo simétrico, inmaculado y los colores brillantes con lo comestible y sabroso, y cualquier cosa deforme o imperfecta con “incomible”.

Sin embargo, una pequeña singularidad en la apariencia de una verdura debido a su tamaño, forma o el color, no tiene por qué impactar en el sabor o las propiedades del producto. No solo eso, sino que podemos decir que esas frutas y verduras imperfectas contienen las mismas propiedades y nutrientes que aquellas visualmente perfectas.

Nuevos consumidores, nuevas oportunidades

En España, los movimientos “Ugly Food” (comida fea) y “Zero Waste” (residuo cero), han llegado pisando fuerte. En la actualidad nos encontramos con un consumidor cada vez más consciente con el medio ambiente.

A este consumidor tenemos que observarlo y escucharlo porque con él, nuestro camino hacia la visualización de los productos imperfectos será mucho más fácil. Y es que, cada día nos encontramos con una sociedad que no solo entiende lo necesario de evitar el desperdicio para proteger el medio, sino que es capaz de valorar una fruta “imperfecta” de igual forma (y en ocasiones incluso más) que aquella visualmente perfecta.

Si ya sabes la importancia de evitar el desperdicio y conoces que el consumidor podría valorar muy positivamente la apuesta por su disminución, ¿has pensado ya en cómo encontrar una forma inteligente de usar tus frutas y verduras imperfectas?

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